Los dos puntos más vitoreados por el clamor social: La quema de los cuerpos en Cocula y la participación del Ejército en la masacre de Iguala. Sin duda ambos conforman piedras angulares para cualquier investigación, por lo cual procedo a ponerlas en juicio:
La Participación del Ejército
Mucho se ha dicho de la responsabilidad y participación del ejército, desde medios independientes hasta formales y, generalmente, en las protestas llevadas durante este año que está por completarse.
Para ahondar en el tema hay que empezar por la existencia de un cuerpo militar, la zona número 35 del ejército ubicada en Chilpancingo, Guerrero. Una zona es aquella porción de la Región que, atendiendo a necesidades de seguridad interior y a factores de índole político, económico, social, geográfico y militar, abarca una entidad federativa, parte de ella o porciones de entidades limítrofes.
Y también la presencia del batallón 27 de infantería ubicado directamente en Iguala, Guerrero.
Hasta donde he podido constatar, los batallones son establecidos en diversas sedes con el fin de brindar apoyo a las autoridades municipales o federales.
Otro de los principales protagonistas relacionados al Ejército, es el C-4.
El C-4 es un sistema de coordinación de policías municipales, estatales, federal y del ejército, nacido de la “Plataforma México” que es un concepto tecnológico avanzado de telecomunicaciones y sistemas de información, que integra todas las bases de datos relativas a la seguridad pública, con la finalidad de que se cuente con todos los elementos de información, para que las instancias policiales y de procuración de justicia de todo el país, lleven a cabo las actividades de prevención y combate al delito, mediante, metodologías y sistemas homologados.
Es decir, funciona como un punto en común de todas las fuerzas de seguridad de la región en la que opera, en este caso en Iguala.
Según las comunicaciones del C-4, el Ejército, al monitorear también las mismas, si estaría enterado de la presencia de los normalistas desde su llegada. Esto mediante llamadas al 066 que reportan los diferentes hechos suscitados esa noche.
Cabe señalar que según el GIEI, no hay reportes durante el segundo ataque de los normalistas, lo cual podría explicar que la PGR lo toma como un solo ataque, aunque también resulta sospechoso que es durante un momento tan importante el que no se presentan dichos reportes.
El GIEI relata y reporta los siguientes momentos en los que hubo algún agente del Ejército involucrado:
- La toma de Autobuses y el boteo en la caseta de Iguala.
Únicamente de forma presencial y señalada por un testigo, trabajador de la caseta, sin especificar ni cuantos, ni a que distancia, ni nada más.
- En distintos momentos de los tiroteos de la caravana y del palacio de justicia.
Los sucesos del palacio de Justicia fueron notificados por un Sargento del C-4 a un agente de Inteligencia, quien se desplazó con la orden específica de “Evitar confrontar a los estudiantes de Ayotzinapa” hasta la escena donde pudo corroborar que 2 patrullas bloquearon el paso del autobús y que los estudiantes fueron bajados en un espacio de una hora. Media hora después de comunicar estos hechos, otras 3 patrullas arribaron, según su reporte, usando granadas de Gas Lacrimógeno (que no forman parte del arsenal de los Policías Municipales). Según la declaración de un Teniente, el agente informó que se trataba de policías encapuchados, recibiendo la siguiente orden del General: “Quédate por ahí otro rato, no te arriesgues ni te acerques muchos”.
Supuestamente existen 5 fotografías de este momento, aunque no fueron integradas a la investigación de la PGR. Otros miembros del ejército señalan que más patrullas salieron, sin reportar nada destacable.
- En la comisaría “La barandilla” después de que fueron detenidos los normalistas.
Alrededor de las 23:30 horas, personal del Batallón 27 llegó a la Barandilla, donde se dispuso a revisar el lugar en busca de una Moto Blanca. El testimonio de un funcionario de la comisaría relata que fueron de 6 a 7 miembros y que revisaron el área de celdas, donde se colocan las motonetas y posteriormente se retiraron, pidiéndole que si tenía algún dato de dicha Moto, le avisara.
- En el Hospital Cristina, donde se refugió un grupo de normalistas.
El escenario del Hospital Cristina es, quizá, el de más relevancia. Recordemos que el normalista Edgar fue herido en el rostro, por lo que varios de sus compañeros y un Maestro, vieron la forma de trasladarlo, llegando al Hospital Cristina, donde no había nadie que les pudiera brindar atención.
Conforme pasó el tiempo y la ayuda por parte de Taxistas era negada para el traslado, se apareció una patrulla del Batallón 27, en 2 vehículos a cargo de un Capitán.
La versión de los normalistas refiere que los Militares llegaron de forma violenta, con amenazas y con armas listas, mientras que la versión de los Militares indica que llegaron tras recibir reportes de que había gente armada en el Hospital Cristina.
El relato de los normalistas continúa con amenazas, regaños y la toma de los nombres de cada uno, acción negada por los Militares involucrados.
Ambas versiones señalan que se tomaron fotos de Edgar y sus lesiones, presuntamente para enviar al Hospital y se prepararan para atenderlo.
Finalmente el médico del Hospital llegaría, relatando que Edgar estaba sumamente inquieto, negándose a recibir atención alguna, cosa corroborada por el personal Militar. Los normalistas por su parte indican que es todo lo contrario, pues el médico llegaría después de que los Militares se fueron.
Incluso el médico señala que los Militares nunca dieron mal trato a los normalistas.
Al ver ambulancias pasar, uno de los Militares regresaría al hospital, encontrándose únicamente con el médico, pues los normalistas ya se habían ido, Edgar en taxi y los demás caminando para encontrar refugio en una casa cercana.
- En el resguardo de la escena del crimen, donde fueron asesinados 2 normalistas tras la conferencia de prensa, en la caravana de autobuses
Los mismos Militares del Hospital Cristina, encontrarían en su camino de vuelta, los cuerpos sin vida de los 2 normalistas asesinados durante el segundo ataque en la conferencia de prensa, permaneciendo ahí para resguardar tanto los cuerpos como los casquillos percutidos.
De manera posterior llegarían Estudiantes, Periodistas, Peritos e incluso el Subprocurador, Victor de León.
- En el ataque a los Avispones.
Casi inmediatamente después de esta tragedia, una patrulla militar, informada por el C-4, se presentó al lugar, rindiendo informe del autobús baleado, los 2 carros en las mismas condiciones y la Mujer fallecida, así como que el traslado de los heridos se estaba haciendo por parte de vehículos particulares.
Permanecerían hasta que el camión, los heridos y las pruebas periciales fueron levantados, alrededor de las 3 de la mañana.
- En el levantamiento del cuerpo de Julio César Mondragón.
A las 6 horas del día 27, el C-4 recibió un informe de un cuerpo encontrado en la zona industrial, por las instalaciones de Pemex. 2 Patrullas salieron a verificar la denuncia, encontrando que era verdadera. Posteriormente llegaron patrullas estatales y miembros de la SEMEFO quienes harían la inspección ocular para después levantar el cadáver.
Hay cierta discrepancia entre los mismos Militares, pues algunos indican horas distintas en las que fue notificada la llamada y en las que llegaron al lugar de los hechos.
Como podemos observar la participación Militar fue mínima, meramente relacionada a la vigilancia y concordante con la sesión de preguntas y respuestas de una de las conferencias ofrecidas por la PGR, donde Murillo Karam, el entonces procurador, respondió:
Para ahondar en el tema hay que empezar por la existencia de un cuerpo militar, la zona número 35 del ejército ubicada en Chilpancingo, Guerrero. Una zona es aquella porción de la Región que, atendiendo a necesidades de seguridad interior y a factores de índole político, económico, social, geográfico y militar, abarca una entidad federativa, parte de ella o porciones de entidades limítrofes.
Y también la presencia del batallón 27 de infantería ubicado directamente en Iguala, Guerrero.
Hasta donde he podido constatar, los batallones son establecidos en diversas sedes con el fin de brindar apoyo a las autoridades municipales o federales.
Otro de los principales protagonistas relacionados al Ejército, es el C-4.
El C-4 es un sistema de coordinación de policías municipales, estatales, federal y del ejército, nacido de la “Plataforma México” que es un concepto tecnológico avanzado de telecomunicaciones y sistemas de información, que integra todas las bases de datos relativas a la seguridad pública, con la finalidad de que se cuente con todos los elementos de información, para que las instancias policiales y de procuración de justicia de todo el país, lleven a cabo las actividades de prevención y combate al delito, mediante, metodologías y sistemas homologados.
Es decir, funciona como un punto en común de todas las fuerzas de seguridad de la región en la que opera, en este caso en Iguala.
Según las comunicaciones del C-4, el Ejército, al monitorear también las mismas, si estaría enterado de la presencia de los normalistas desde su llegada. Esto mediante llamadas al 066 que reportan los diferentes hechos suscitados esa noche.
Cabe señalar que según el GIEI, no hay reportes durante el segundo ataque de los normalistas, lo cual podría explicar que la PGR lo toma como un solo ataque, aunque también resulta sospechoso que es durante un momento tan importante el que no se presentan dichos reportes.
El GIEI relata y reporta los siguientes momentos en los que hubo algún agente del Ejército involucrado:
- La toma de Autobuses y el boteo en la caseta de Iguala.
Únicamente de forma presencial y señalada por un testigo, trabajador de la caseta, sin especificar ni cuantos, ni a que distancia, ni nada más.
- En distintos momentos de los tiroteos de la caravana y del palacio de justicia.
Los sucesos del palacio de Justicia fueron notificados por un Sargento del C-4 a un agente de Inteligencia, quien se desplazó con la orden específica de “Evitar confrontar a los estudiantes de Ayotzinapa” hasta la escena donde pudo corroborar que 2 patrullas bloquearon el paso del autobús y que los estudiantes fueron bajados en un espacio de una hora. Media hora después de comunicar estos hechos, otras 3 patrullas arribaron, según su reporte, usando granadas de Gas Lacrimógeno (que no forman parte del arsenal de los Policías Municipales). Según la declaración de un Teniente, el agente informó que se trataba de policías encapuchados, recibiendo la siguiente orden del General: “Quédate por ahí otro rato, no te arriesgues ni te acerques muchos”.
Supuestamente existen 5 fotografías de este momento, aunque no fueron integradas a la investigación de la PGR. Otros miembros del ejército señalan que más patrullas salieron, sin reportar nada destacable.
- En la comisaría “La barandilla” después de que fueron detenidos los normalistas.
Alrededor de las 23:30 horas, personal del Batallón 27 llegó a la Barandilla, donde se dispuso a revisar el lugar en busca de una Moto Blanca. El testimonio de un funcionario de la comisaría relata que fueron de 6 a 7 miembros y que revisaron el área de celdas, donde se colocan las motonetas y posteriormente se retiraron, pidiéndole que si tenía algún dato de dicha Moto, le avisara.
- En el Hospital Cristina, donde se refugió un grupo de normalistas.
El escenario del Hospital Cristina es, quizá, el de más relevancia. Recordemos que el normalista Edgar fue herido en el rostro, por lo que varios de sus compañeros y un Maestro, vieron la forma de trasladarlo, llegando al Hospital Cristina, donde no había nadie que les pudiera brindar atención.
Conforme pasó el tiempo y la ayuda por parte de Taxistas era negada para el traslado, se apareció una patrulla del Batallón 27, en 2 vehículos a cargo de un Capitán.
La versión de los normalistas refiere que los Militares llegaron de forma violenta, con amenazas y con armas listas, mientras que la versión de los Militares indica que llegaron tras recibir reportes de que había gente armada en el Hospital Cristina.
El relato de los normalistas continúa con amenazas, regaños y la toma de los nombres de cada uno, acción negada por los Militares involucrados.
Ambas versiones señalan que se tomaron fotos de Edgar y sus lesiones, presuntamente para enviar al Hospital y se prepararan para atenderlo.
Finalmente el médico del Hospital llegaría, relatando que Edgar estaba sumamente inquieto, negándose a recibir atención alguna, cosa corroborada por el personal Militar. Los normalistas por su parte indican que es todo lo contrario, pues el médico llegaría después de que los Militares se fueron.
Incluso el médico señala que los Militares nunca dieron mal trato a los normalistas.
Al ver ambulancias pasar, uno de los Militares regresaría al hospital, encontrándose únicamente con el médico, pues los normalistas ya se habían ido, Edgar en taxi y los demás caminando para encontrar refugio en una casa cercana.
- En el resguardo de la escena del crimen, donde fueron asesinados 2 normalistas tras la conferencia de prensa, en la caravana de autobuses
Los mismos Militares del Hospital Cristina, encontrarían en su camino de vuelta, los cuerpos sin vida de los 2 normalistas asesinados durante el segundo ataque en la conferencia de prensa, permaneciendo ahí para resguardar tanto los cuerpos como los casquillos percutidos.
De manera posterior llegarían Estudiantes, Periodistas, Peritos e incluso el Subprocurador, Victor de León.
- En el ataque a los Avispones.
Casi inmediatamente después de esta tragedia, una patrulla militar, informada por el C-4, se presentó al lugar, rindiendo informe del autobús baleado, los 2 carros en las mismas condiciones y la Mujer fallecida, así como que el traslado de los heridos se estaba haciendo por parte de vehículos particulares.
Permanecerían hasta que el camión, los heridos y las pruebas periciales fueron levantados, alrededor de las 3 de la mañana.
- En el levantamiento del cuerpo de Julio César Mondragón.
A las 6 horas del día 27, el C-4 recibió un informe de un cuerpo encontrado en la zona industrial, por las instalaciones de Pemex. 2 Patrullas salieron a verificar la denuncia, encontrando que era verdadera. Posteriormente llegaron patrullas estatales y miembros de la SEMEFO quienes harían la inspección ocular para después levantar el cadáver.
Hay cierta discrepancia entre los mismos Militares, pues algunos indican horas distintas en las que fue notificada la llamada y en las que llegaron al lugar de los hechos.
Como podemos observar la participación Militar fue mínima, meramente relacionada a la vigilancia y concordante con la sesión de preguntas y respuestas de una de las conferencias ofrecidas por la PGR, donde Murillo Karam, el entonces procurador, respondió:
"El ejército, como todos los ejércitos del mundo, se mueve solo con órdenes... Y que bueno. Nada más le quiero hacer una pregunta: ¿Qué hubiera pasado si el ejército hubiera salido en ese momento? ¿A quién hubiera apoyado? Obviamente a la autoridad constituida, Hubiera sido un problema mucho mayor, que bueno que no salió"
El Fuego de Cocula
De todos los puntos álgidos, las contradicciones y las acusaciones, este es sin duda el más tópico: El punto fuerte a la hora de comparar no solo las conclusiones, si no las mismas investigaciones.
Así, sin ser yo un experto en materia, me limito a presentar y comparar las evidencias científicas que avalen o refuten alguna de las 2 teorías, así será más fácil tener una perspectiva completa e integrada, de lo ocurrido específicamente en Cocula y la posibilidad de la incineración como destino de los 43.
La hipótesis es la siguiente:
Después de que los 43 normalistas llegaran a Loma de Coyote, estos serían trasladados al tiradero de Cocula, ubicado a 8 kilómetros de la casa más cercana. Una vez ahí serían ultimados los que llegaron con vida (Pues alrededor de 15 llegaron muertos por asfixia en el traslado) tras un interrogatorio en el que al menos 3 normalistas confesarían ser miembros de “Los Rojos”
Tras esto una pileta sería formada por un círculo de Piedras y finalmente los cuerpos serían quemados con Diesel, Gasolina, Llantas, Ramas y otros materiales propios de un Basurero.
Datos en contra de esta posibilidad:
Así, sin ser yo un experto en materia, me limito a presentar y comparar las evidencias científicas que avalen o refuten alguna de las 2 teorías, así será más fácil tener una perspectiva completa e integrada, de lo ocurrido específicamente en Cocula y la posibilidad de la incineración como destino de los 43.
La hipótesis es la siguiente:
Después de que los 43 normalistas llegaran a Loma de Coyote, estos serían trasladados al tiradero de Cocula, ubicado a 8 kilómetros de la casa más cercana. Una vez ahí serían ultimados los que llegaron con vida (Pues alrededor de 15 llegaron muertos por asfixia en el traslado) tras un interrogatorio en el que al menos 3 normalistas confesarían ser miembros de “Los Rojos”
Tras esto una pileta sería formada por un círculo de Piedras y finalmente los cuerpos serían quemados con Diesel, Gasolina, Llantas, Ramas y otros materiales propios de un Basurero.
Datos en contra de esta posibilidad:
- - Lo primero que señala el GIEI es la contradicción entre declaraciones, pues cosas como el lugar donde serían asesinados, así como el acomodo, los tiempos y las formas, no parecen conectar de manera puntual unas con otras, teniendo breves pero notables diferencias en dichos testimonios.
- - La falta de testimonios recogidos por el GIEI que diera certeza a esta parte de la historia, aunque la PGR recogió el testimonio de trabajados del basurero a quienes se les impidió ingresar al mismo en las horas correspondientes a la quema.
- - Los peritajes realizados por el Doctor José Torero, una eminencia en las ramas relacionadas a los incendios y sus posibilidades así como consecuencias, a nivel mundial. En estos se detallan informes científicos en los que se sustenta la negativa del GIEI a la quema de cuerpos en Cocula.
- - El material usado para dicha operación es insuficiente con el descrito y señalado por los peritos, siendo, según el profesor Torero, números muy distintos en cuanto a cantidades y tiempos para la quema de 43 cuerpos.
- - Cuerpos: 1 - 43
- - Madera [kg mínimo]: 700- 30 100
- - Neumáticos [kg mínimo]: 310 – 13 300
- - Diésel [kg mínimo]: 310 – 13 300
- - Duración de quemado [horas]: 12 – 60
- - El tamaño de la pira. El Dr. Torero considera que el tamaño mínimo de la pira debió ser de 12m x 2,5m x 1,5m. y, al tener dichas medidas, la columna de humo debió tener al menos 300mts de longitud,
- La imposibilidad de mantener el fuego: El valor de 2 kW/m2 corresponde al límite del dolor. En palabras del Dr. Torero:
“Cualquier flujo de calor mayor a 2kW/m2 genera suficientes daños a la piel que de promedio una persona no puede exponerse a estos flujos de calor. Es por ende lógico establecer que en presencia de un fuego de esta naturaleza es imposible descender a la hondonada del basurero y definitivamente imposible atizar el fuego”
- El estado generalizado del basurero: El GIEI detalla lo siguiente: De las imágenes tomadas por el propio perito en su visita al basurero el 12 de julio de 2015 se observa que hay envases plásticos que no tienen ninguna deformación, si bien es cierto que no hay forma de saber si esos envases estaban al 27 de septiembre. Como indica el Dr. Torero de haber ocurrido ahí los hechos descritos
“prácticamente la integridad del basurero se encuentra sometida a flujos mayores a 2kW/m2 por lo tanto de haber ocurrido un fuego de la magnitud necesaria para la cremación de los cuerpos, deberían encontrarse objetos deformados por calor de manera generalizada en la integridad del basurero. Claramente este no es el caso, por lo tanto, los daños observados en la pendiente por donde se arrojaba la basura no son consistentes con un fuego de estas dimensiones”.
- El estado de la vegetación: Al Dr. Torero le fueron proporcionadas algunas fotografías del lugar al momento de realizar los primeros peritajes, donde no pudo encontrar cosas como el daño de los troncos aledaños. El GIEI detalla:
Si bien no existió levantamiento de la vegetación aledaña a la zona del fuego el 26 de octubre de 2014, al perito le fueron proporcionadas algunas fotografías donde no se observa el nivel de daño que dejaría en los troncos un fuego de las dimensiones exigidas. De igual forma, al realizar la inspección de forma directa el Dr. Torero no encontró el daño que se debiera observar cuando la vegetación ha sido sometida a los niveles de calor descritos previamente. Por lo cual el perito concluye que “Las condiciones de la vegetación en el basurero municipal de Cocula muestran que no hubo un fuego de dimensiones congruentes con el mínimo fuego necesario para la cremación de 43 cuerpos a condiciones consistentes con los restos recolectados y analizados por el Gerichtsãrzte am Institut für Gerichtliche Medizin der Medizinischen Univeristät Innsbruck (PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014).
Si bien la vegetación fue alterada para poder realizar otros estudios, el tiempo transcurrido entre el día de los hechos y el peritaje de incendios de la PGR fue de 37 días y la inspección del 12 julio fue a más de nueve meses después del día de los hechos, toda la evidencia que puede ser extraída de la vegetación muestra que en el basurero municipal solo hubieron fuegos pequeños de mucha menor dimensión que el mínimo fuego necesario para validar la hipótesis de cremación de los cuerpos”
- Los daños ocasionados por la irradiación del fuego:
De haber existido “...un fuego de las dimensiones mínimas requeridas para el cremado de 43 cuerpos a condiciones consistentes con los restos recolectados (...) la radiación hubiese generado daños generalizados en la vegetación aledaña al fuego y el fuego hubiese encendido la pendiente de basura, la llama hubiese propagado hacia arriba dando lugar a un fuego generalizado a lo largo de toda la pendiente. No hay ninguna evidencia de daños consistentes con estas condiciones, por ende es imposible que un incendio de esta magnitud se haya podido haber dado en el basurero municipal de Cocula”
Señala el GIEI citando el estudio del Dr. Torero.
Todos estos aportes realizados por el perito consultado, son lo suficientemente concluyentes para negar, por completo y de menos para el GIEI, la quema de 43 cuerpos en el basurero de Cocula bajo las condiciones señaladas por la PGR, haciendo énfasis en que los fuegos suscitados en el basurero fueron de mucho menor intensidad y que el peritaje respecto al fuego, no fue hecho bajo las normas internacionales. Cabe destacar que el GIEI no toca en ningún momento los resultados de los estudios realizados a las rocas recogidas del lugar, por ejemplo, dejando dicha información en el anexo del Dr. Torero.
En dicho anexo se detalla que no necesariamente las fracturas de una roca sirven para establecer las temperaturas mínimas de un incendio, aunque no hace mención alguna a la presencia de Calcita, mencionada en el informe pericial de la PGR.
Tampoco hay una mención ni mínima de los estudios Entomológicos realizados por la UNAM en el basurero.
Cabe destacar que todas estas pruebas fueron realizadas el 13 de Junio del 2015, 9 meses después de los hechos.
Datos a favor de esta posibilidad:
Para ahondar en ambas investigaciones y los aspectos científicos, uno puede tener acceso en los anexos del GIEI a los mismos.
Ambas investigaciones científicas están sobre la mesa, juzgue usted en base a sus conocimientos cual es verdadera y cual no, que yo haré lo propio en las conclusiones...
Todos estos aportes realizados por el perito consultado, son lo suficientemente concluyentes para negar, por completo y de menos para el GIEI, la quema de 43 cuerpos en el basurero de Cocula bajo las condiciones señaladas por la PGR, haciendo énfasis en que los fuegos suscitados en el basurero fueron de mucho menor intensidad y que el peritaje respecto al fuego, no fue hecho bajo las normas internacionales. Cabe destacar que el GIEI no toca en ningún momento los resultados de los estudios realizados a las rocas recogidas del lugar, por ejemplo, dejando dicha información en el anexo del Dr. Torero.
En dicho anexo se detalla que no necesariamente las fracturas de una roca sirven para establecer las temperaturas mínimas de un incendio, aunque no hace mención alguna a la presencia de Calcita, mencionada en el informe pericial de la PGR.
Tampoco hay una mención ni mínima de los estudios Entomológicos realizados por la UNAM en el basurero.
Cabe destacar que todas estas pruebas fueron realizadas el 13 de Junio del 2015, 9 meses después de los hechos.
Datos a favor de esta posibilidad:
- 487 procesos periciales fueron realizados en el basurero de Cocula y en lo que se encontró ahí, desde rocas hasta restos de basura quemada, así como fragmentos de osamentas y flora circundante.
- En el lugar se encontraron zonas de ceniza, rocas con impacto térmico, el punto de origen del incendio, reisduos afectados como aluminio fundido y fragmentos de llantas carbonizadas, además de 60mil fragmentos de restos óseos entre todas las diligencias (incluyendo las hechas en el río San Juan)
- Bolsas de basura con restos óseos y sedimentos que concuerdan con los encontrados en el basurero, además de ser congruentes, en descripción, por las mencionadas en las diversas declaraciones de los involucrados.
- Así mismo, el Examen Químico realizado por la UNAM determinó:
- – El área quemada fue de 140mts cuadrados. El lugar es una hondonada de 800mts cuadrados con 40 de profundidad y una pendiente de 60 grados
- – Debido a la forma geográfica del basurero, los vientos fueron propicios para mantener una correcta oxigenación, fungiendo como un honor a gran escala de larga duración.
- – Encontró también rocas con impacto térmico, fracturadas, y “convertidas” de Carbonato de Calcio a Calcita, lo que indica un fuego de larga duración y de mínimo, 900 grados.
- – Determinó que los restos de llantas encontrados y fusionados como cuerdas de acero radial, forman un plástico termoestable que permitió la continua y estable combustión
- Por su parte, los estudios Biológicos y Forenses, también de la UNAM, señalan:
- – Las plantas aledañas fueron afectadas por el calor del incendio, iniciando su crecimiento de manera posterior a la fecha del mismo, además, la planta Risinus Cominus, confirma la fecha de dicha quema.
- – Especialistas en Medicina y Odontología Forense determinaron mediante los dientes encontrados en el lugar, que el fuego debió haber alcanzado, cuando menos, los 1800 grados.
- – Los restos óseos pasaron por las fases de deshidratación, descomposición, intervención y fusión.
- – La presencia de larvas dipteras, propias de los grandes incendios, también confirmaría la temperatura y la fecha.
- Los Estudios balísticos muestran concordancia entre los casquillos encontrados con los que se menciona fueron asesinados los 43 normalistas.
- Finalmente, la Universidad de Innsbruck, en Austria, determinó que uno de los restos encontrados en 2 bolsas que se pudieron recuperar del río San Juan, pertenecen a Alexander Mora Benancio, uno de los 43 desaparecidos. En recientes fechas también identificó los restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz
Cabe recordar que alrededor de 19 fragmentos óseos fueron enviados a dicha universidad para que, mediante las más altas tecnologías en materias genómicas, se pudiera determinar un perfil para comparar e identificar. Esto se logra mediante pruebas nucleares de ADN Mitocondrial (mediante el cual solo se pudo identificar a Alexander Mora Benancio) y con un estudio llamado Secuenciación Paralela Masiva (con el cual se identificó al segundo normalista y del que se espera arroje más respuestas cuando los fragmentos óseos sean nuevamente revisados para determinar su viabilidad), ambos obedecen a tiempos muy largos de realización.
Para ahondar en ambas investigaciones y los aspectos científicos, uno puede tener acceso en los anexos del GIEI a los mismos.
Ambas investigaciones científicas están sobre la mesa, juzgue usted en base a sus conocimientos cual es verdadera y cual no, que yo haré lo propio en las conclusiones...