Las sombras que tenemos sobre el caso: Un año de dudas y controversias.
Uno de los protagonistas más recientes es el GIEI, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la CIDH.
Esta investigación ha arrojado más dudas que certezas, pues factores como el quinto Autobús, Julio César Mondragón, la Participación del ejército y la controversia del basurero de Cocula figuran aún en la más álgida controversia.
Esta investigación ha arrojado más dudas que certezas, pues factores como el quinto Autobús, Julio César Mondragón, la Participación del ejército y la controversia del basurero de Cocula figuran aún en la más álgida controversia.
Poco se sabe al respecto del GIEI, sus miembros y sus funciones; Arrojemos luz sobre este grupo tan funcional como controversial.
¿Qué es y quienes lo conforman?
Todo inicia un 30 de Septiembre del 2014, cuando varias Asociaciones Civiles (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinola, La Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos, Miguel Agustín Pro Juárez) presentaron una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las medidas cautelares son recomendaciones dadas por el organismo o anexos para proteger los derechos humanos de las personas a fin de evitar daños irreparables a las mismas.
Tras analizar el caso, el 3 de Octubre, la CIDH aprobó dicha solicitud, realizando las medidas cautelares en las que se incluye:
Finalmente el 12 de Noviembre se firma el acuerdo ante representantes de los beneficiarios, así como miembros del cónsul Mexicano y autoridades de la CIDH, naciendo así, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Indepndientes.
En resumen, el GIEI es un grupo de Asistencia Técnica brindado por la CIDH y ratificado por el Gobierno y los padres de los normalistas, así como sus representantes.
Está conformado por 5 miembros:
Todos ellos con un amplio currículo muy relacionado a la promoción y defensa de los Derechos Humanos, sea en su propio país o como consultores de otro.
Tienen por objetivo el trabajar en 4 líneas:
¿Cuándo iniciaron sus investigaciones?
El 30 de Enero del 2015, en la sede del CIDH en Washington, el GIEI inicia su trabajo de forma oficial, aunque la primera visita a México se haría de manera posterior.
¿Y después del informe?
Hay que recordar que para el GIEI (y muchos Mexicanos, entre ellos los propios normalistas y los Padres de Familia) el caso no está cerrado, por lo que siguen trabajando. Hasta el momento se desconoce cuando puedan presentar un segundo informe o una actualización del primero.
Sus principales aportes al 26 de Septiembre del año pasado:
¿Qué es y quienes lo conforman?
Todo inicia un 30 de Septiembre del 2014, cuando varias Asociaciones Civiles (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinola, La Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos, Miguel Agustín Pro Juárez) presentaron una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las medidas cautelares son recomendaciones dadas por el organismo o anexos para proteger los derechos humanos de las personas a fin de evitar daños irreparables a las mismas.
Tras analizar el caso, el 3 de Octubre, la CIDH aprobó dicha solicitud, realizando las medidas cautelares en las que se incluye:
- - Adoptar las medidas necesarias para determinar la situación de los entonces 43 desaparecidos.
- - Proteger la vida e integridad de los estudiantes heridos.
- - Establecer medidas con los beneficiarios (Sobrevivientes, familiares y familiares de los desaparecidos
- - Informar de las acciones llevadas en el caso que provocó la emisión de estas mismas medidas
Finalmente el 12 de Noviembre se firma el acuerdo ante representantes de los beneficiarios, así como miembros del cónsul Mexicano y autoridades de la CIDH, naciendo así, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Indepndientes.
En resumen, el GIEI es un grupo de Asistencia Técnica brindado por la CIDH y ratificado por el Gobierno y los padres de los normalistas, así como sus representantes.
Está conformado por 5 miembros:
- Alejandro Valencia: Abogado Colombiano
- Ángela Buitrago: Abogada Colombiana, Doctora en Derecho y Socióloga
- Claudia Paz y Paz: Abogada Colombiana, primera fiscal mujer en su país.
- Francisco Cox: Abogado Chileno, con una Maestría en Derecho Penal
- Carlos Beristain: Médico Español, Doctor en Psicología
Todos ellos con un amplio currículo muy relacionado a la promoción y defensa de los Derechos Humanos, sea en su propio país o como consultores de otro.
Tienen por objetivo el trabajar en 4 líneas:
- Elaborar planes de búsqueda en vida de las personas desaparecidas.
- Análisis técnico de las líneas de investigación.
- Análisis técnico de la atención a víctimas y sus familiares.
- Recomendación de políticas públicas frente a la desaparición forzadas
¿Cuándo iniciaron sus investigaciones?
El 30 de Enero del 2015, en la sede del CIDH en Washington, el GIEI inicia su trabajo de forma oficial, aunque la primera visita a México se haría de manera posterior.
¿Y después del informe?
Hay que recordar que para el GIEI (y muchos Mexicanos, entre ellos los propios normalistas y los Padres de Familia) el caso no está cerrado, por lo que siguen trabajando. Hasta el momento se desconoce cuando puedan presentar un segundo informe o una actualización del primero.
Sus principales aportes al 26 de Septiembre del año pasado:
El quinto Autobús.
Como pudimos leer con anterioridad, una de las diferencias más importantes es lo que pasó con el quinto Autobús. Para el GIEI es tan determinante como la conclusión misma del caso, mientras que para la PGR es únicamente un Autobús abandonado frente a la Terminal que fue destruido por los mismos normalistas y que después es llevado a Jojutla, al creer que tenía alguna descompostura.
El Estrella Roja 3278 sería tomado en la misma terminal de Iguala, en conjunto a los otros 2 autobuses, aunque tomaría una salida distinta, pues lo haría por la puerta de atrás. Es decir, no acompaña la caravana de 3 autobuses, ni se adelanta como lo hizo el primero en haber salido, al contrario, se rezaga.
Según testimonios de los 14 normalistas que iban a bordo del Estrella Roja 3278, la razón por la cual este Autobús se retrasa tanto es el chofer, quien espera a una mujer (supuestamente su esposa) para poder avanzar sobre el periférico Sur, siguiendo el mismo camino que el primer autobús tomó por al palacio de justicia.
Minutos después y tras reanudar la marcha sobre el camino hacia Chilpancingo por la carretera Iguala-Chilpancingo, los normalistas reciben una llamada de sus compañeros de la caravana, donde les avisan del tiroteo a “sus” unidades, minutos después una misma llamada confirma la “muerte” de uno de sus compañeros, siendo este Aldo (Quien fue herido en la cabeza) estando con vida en realidad.
Conforme fueron avanzando por la misma ruta del Estrella de Oro 1531 (el primero en haber salido, que se adelantó) se dieron cuenta de que 2 patrullas ya estaban bloqueando el camino, por lo que la mayoría de autos particulares estaba retrocediendo, haciendo señas de los tiroteos de más adelante. Cuando el Estrella Roja pretendió retroceder, ya había 2 patrullas más que se lo impidieron. Todos los carros estaban siendo revisados.
Los Policías indicaron al chofer que bajara, los normalistas intentaron hacerse pasar por pasaje común aunque esto no funcionaria. A la brevedad serían todos bajados del autobús, esperándolos Policías que apuntaban con sus armas a los mismos.
Llegados a este punto se habla de la presencia de la Policía Federal, cosa negada por esta autoridad.
Los normalistas al verse apuntados, tomarían piedras para “defenderse” y después, tras intercambiar insultos, logran correr hacia atrás, siendo perseguidos por 3 o 4 patrullas de Iguala. Finalmente estos podrían esconderse en una zona próxima, boscosa.
Pasaron alrededor de 40 minutos, donde permanecieron escondidos en un cerro y en una casa abandonada para regresar, por una ruta distinta, a donde habían sido detenidos, encontrándose con más patrullas.
De aquí en más hay una suerte de persecución. Los normalistas se retiran de nuevo al cero, bajan, se encuentran con policía ministerial y municipal, se enfrentan a pedradas y vuelven a huir esta vez perseguidos por la misma policía que incluso accionó su arma en diferentes ocasiones.
Finalmente encontrarían refugio en una casa, por lo menos 10. Los otros 4 pasarían la noche en el cerro.
A la mañana siguiente una llamada les notifica que ya todo está más calmado, por lo que deciden dirigirse a la Fiscalía de Iguala, encontrándose con una camioneta de la Policía Ministerial, que tras momentos de cierta tensión, los llevaría a todos juntos para reunirse con sus compañeros.
Y eso es todo. Como relata el mismo del GIEI no hay mención alguna de droga o de algún paquete mínimamente sospechoso, ni de comunicación entre los involucrados que pudiera referir a la presencia de Heroína en el autobús, entonces ¿De donde sale esta versión?
Cuando el GIEI estaba investigando la estructura de los Guerreros Unidos, encontró un reporte en Estados Unidos sobre los cargamentos de Heroína enviados desde Iguala hasta Illinois por medio de camiones comerciales modificados (o con el cargamento escondido) para dichos fines. De ahí que viera la relación entre este modus operandi y lo que ocurrió en Iguala con todo los Autobuses sospechosos siquiera mínimamente. Esta es la hipótesis que maneja el GIEI como posible móvil.
En lo personal creo que si bien es una posibilidad a considerar, carece de muchos sustentos, tales como los ya mencionados con anterioridad, así como el hecho de que este Autobús en particular no fue manejado con el mismo nivel de agresión que los otros, cuando incluso un Autobús completamente ajeno fue inmediatamente atacado, sin importar la presencia de civiles.
De manera posterior se solicitó el peritaje a Brett Hallgren, experto en vídeo forense (pues el GIEI tuvo acceso a las grabaciones de la central camionera) por parte del GIEI, donde se concluye lo siguiente:
El Estrella Roja 3278 sería tomado en la misma terminal de Iguala, en conjunto a los otros 2 autobuses, aunque tomaría una salida distinta, pues lo haría por la puerta de atrás. Es decir, no acompaña la caravana de 3 autobuses, ni se adelanta como lo hizo el primero en haber salido, al contrario, se rezaga.
Según testimonios de los 14 normalistas que iban a bordo del Estrella Roja 3278, la razón por la cual este Autobús se retrasa tanto es el chofer, quien espera a una mujer (supuestamente su esposa) para poder avanzar sobre el periférico Sur, siguiendo el mismo camino que el primer autobús tomó por al palacio de justicia.
Minutos después y tras reanudar la marcha sobre el camino hacia Chilpancingo por la carretera Iguala-Chilpancingo, los normalistas reciben una llamada de sus compañeros de la caravana, donde les avisan del tiroteo a “sus” unidades, minutos después una misma llamada confirma la “muerte” de uno de sus compañeros, siendo este Aldo (Quien fue herido en la cabeza) estando con vida en realidad.
Conforme fueron avanzando por la misma ruta del Estrella de Oro 1531 (el primero en haber salido, que se adelantó) se dieron cuenta de que 2 patrullas ya estaban bloqueando el camino, por lo que la mayoría de autos particulares estaba retrocediendo, haciendo señas de los tiroteos de más adelante. Cuando el Estrella Roja pretendió retroceder, ya había 2 patrullas más que se lo impidieron. Todos los carros estaban siendo revisados.
Los Policías indicaron al chofer que bajara, los normalistas intentaron hacerse pasar por pasaje común aunque esto no funcionaria. A la brevedad serían todos bajados del autobús, esperándolos Policías que apuntaban con sus armas a los mismos.
Llegados a este punto se habla de la presencia de la Policía Federal, cosa negada por esta autoridad.
Los normalistas al verse apuntados, tomarían piedras para “defenderse” y después, tras intercambiar insultos, logran correr hacia atrás, siendo perseguidos por 3 o 4 patrullas de Iguala. Finalmente estos podrían esconderse en una zona próxima, boscosa.
Pasaron alrededor de 40 minutos, donde permanecieron escondidos en un cerro y en una casa abandonada para regresar, por una ruta distinta, a donde habían sido detenidos, encontrándose con más patrullas.
De aquí en más hay una suerte de persecución. Los normalistas se retiran de nuevo al cero, bajan, se encuentran con policía ministerial y municipal, se enfrentan a pedradas y vuelven a huir esta vez perseguidos por la misma policía que incluso accionó su arma en diferentes ocasiones.
Finalmente encontrarían refugio en una casa, por lo menos 10. Los otros 4 pasarían la noche en el cerro.
A la mañana siguiente una llamada les notifica que ya todo está más calmado, por lo que deciden dirigirse a la Fiscalía de Iguala, encontrándose con una camioneta de la Policía Ministerial, que tras momentos de cierta tensión, los llevaría a todos juntos para reunirse con sus compañeros.
Y eso es todo. Como relata el mismo del GIEI no hay mención alguna de droga o de algún paquete mínimamente sospechoso, ni de comunicación entre los involucrados que pudiera referir a la presencia de Heroína en el autobús, entonces ¿De donde sale esta versión?
Cuando el GIEI estaba investigando la estructura de los Guerreros Unidos, encontró un reporte en Estados Unidos sobre los cargamentos de Heroína enviados desde Iguala hasta Illinois por medio de camiones comerciales modificados (o con el cargamento escondido) para dichos fines. De ahí que viera la relación entre este modus operandi y lo que ocurrió en Iguala con todo los Autobuses sospechosos siquiera mínimamente. Esta es la hipótesis que maneja el GIEI como posible móvil.
En lo personal creo que si bien es una posibilidad a considerar, carece de muchos sustentos, tales como los ya mencionados con anterioridad, así como el hecho de que este Autobús en particular no fue manejado con el mismo nivel de agresión que los otros, cuando incluso un Autobús completamente ajeno fue inmediatamente atacado, sin importar la presencia de civiles.
De manera posterior se solicitó el peritaje a Brett Hallgren, experto en vídeo forense (pues el GIEI tuvo acceso a las grabaciones de la central camionera) por parte del GIEI, donde se concluye lo siguiente:
“Es obvio que las características de clase general de los dos autobuses son iguales así como la pertenencia a la misma compañía. Dadas las discrepancias señaladas arriba (En el ifnorme se detallan tales diferencias), especialmente la falta de etiqueta en la consola y la diferencia entre los patrones de etiquetas, es la opinión del autor que el autobús en el video no es del mismo autobús que el representado en las fotos conocidas (autobús 3278).
Quizás con la excepción de los patrones en los asientos, las estampas y la etiqueta de color claro en la consola del conductor, pudieron haber sido cambiadas. Todo depende de la cantidad de tiempo que transcurrió entre la toma del video y de cuándo fue incautado el autobús”
Cabe destacar que la versión de la PGR no niega la existencia del quinto camión, como ya se ha señalado en reiteradas ocasiones, sin embargo, la declaración del chofer es completamente distinta de la narrada por los normalistas, aunque en el tomo 11 de la investigación, un manuscrito firmado por el mismo chofer da concordancia a la dicha por los normalistas.
A día de hoy el GIEI continua adelante en su investigación al respecto, exhortando al Gobierno el integrar los elementos mostrados al respecto y el darle seguimiento a una línea de investigación que a sus ojos, puede ser determinante.
A día de hoy el GIEI continua adelante en su investigación al respecto, exhortando al Gobierno el integrar los elementos mostrados al respecto y el darle seguimiento a una línea de investigación que a sus ojos, puede ser determinante.
Los Avispones
Para estos muchachos todo inicia el mismo 26 de Septiembre, cuando en el Estadio de Iguala, ubicado a las afueras de la ciudad, se llevó acabo un encuentro de fútbol entre “Los Avispones” de Chilpancingo y el equipo de Iguala.
Tras obtener la victoria, los Avispones tenían planeado quedarse en el centro de Iguala donde también tendrían su cena, pero una llamada sobre los hechos violentos que se estaban suscitando les hizo regresar inmediatamente a Chilpancingo.
El autobús, de la empresa Castro Tours, que había sido contratado por el equipo para el traslado, salió de Iguala a las 23 horas.
Tras pasar por un retén en la carretera de Iguala, en el tramo ubicado como Santa Teresa y de ambos lados de la carretera, comenzó el tiroteo.
Las declaraciones de las mismas víctimas, indican que en primera instancia su marcha fue bloqueado con tiros realizados de frente, lo que provocó que el camión se ladeara sobre una pequeña brecha, quedando la puerta atorada. De ahí en adelante los tiros empezaron a cobrar vidas, a herir de gravedad y a continuar hasta que los atacantes intentaron destrabar la puerta a base de patadas y culetazos. Los mismos Avispones comenzaron a esconderse, gritando que eran un equipo de fútbol.
Finalmente, los atacantes cesaron el fuego y se retiraron.
Los Avispones trataron de ocultarse en un campo cercano, todos querían alejarse del camión baleado.
Durante estos hechos 2 taxis más fueron víctimas de los disparos.
La Señora Blanca Montiel, de 40 años, quien pasaba en un taxi por la carretera, resultó asesinada durante el ataque al igual que el conductor de la unidad y Josué García Evangelista de los avispones, así mismo el preparador físico y 7 avispones más, resultaron heridos.
Relatos posteriores señalan que un taxi más y un camión de carga también fueron atacados, resultando 2 tripulantes heridos y, afortunadamente, ninguno fallecido.
De manera más o menos pronta, Policías Federales, Ministeriales y una Patrulla del Ejército llegarían al lugar sin brindar atención médica alguna ni facilitar el traslado de los heridos, principalmente por parte de la Policía Federal, que fue la primera en llegar.
Las ambulancias tardarían más de hora y media en llegar debido al clima de terror que se vivía en el momento.
Incluso el Subprocurador de Guerrero llegaría a la zona para dialogar con los miembros de la Policía Federal.
La PGR únicamente dedica 30 segundos de un vídeo de media hora a lo que pasó con los Avispones, pudiendo parecer, entonces, una “omisión más de la PGR” cuando en realidad hemos sido todos, como sociedad, los que hemos olvidado a estas víctimas directas de lo que es un Estado corrupto e infiltrado. Parece que pesa más la exigencia mediática de la Justicia, que la propia Justicia incluso entre los ciudadanos.
Tras obtener la victoria, los Avispones tenían planeado quedarse en el centro de Iguala donde también tendrían su cena, pero una llamada sobre los hechos violentos que se estaban suscitando les hizo regresar inmediatamente a Chilpancingo.
El autobús, de la empresa Castro Tours, que había sido contratado por el equipo para el traslado, salió de Iguala a las 23 horas.
Tras pasar por un retén en la carretera de Iguala, en el tramo ubicado como Santa Teresa y de ambos lados de la carretera, comenzó el tiroteo.
Las declaraciones de las mismas víctimas, indican que en primera instancia su marcha fue bloqueado con tiros realizados de frente, lo que provocó que el camión se ladeara sobre una pequeña brecha, quedando la puerta atorada. De ahí en adelante los tiros empezaron a cobrar vidas, a herir de gravedad y a continuar hasta que los atacantes intentaron destrabar la puerta a base de patadas y culetazos. Los mismos Avispones comenzaron a esconderse, gritando que eran un equipo de fútbol.
Finalmente, los atacantes cesaron el fuego y se retiraron.
Los Avispones trataron de ocultarse en un campo cercano, todos querían alejarse del camión baleado.
Durante estos hechos 2 taxis más fueron víctimas de los disparos.
La Señora Blanca Montiel, de 40 años, quien pasaba en un taxi por la carretera, resultó asesinada durante el ataque al igual que el conductor de la unidad y Josué García Evangelista de los avispones, así mismo el preparador físico y 7 avispones más, resultaron heridos.
Relatos posteriores señalan que un taxi más y un camión de carga también fueron atacados, resultando 2 tripulantes heridos y, afortunadamente, ninguno fallecido.
De manera más o menos pronta, Policías Federales, Ministeriales y una Patrulla del Ejército llegarían al lugar sin brindar atención médica alguna ni facilitar el traslado de los heridos, principalmente por parte de la Policía Federal, que fue la primera en llegar.
Las ambulancias tardarían más de hora y media en llegar debido al clima de terror que se vivía en el momento.
Incluso el Subprocurador de Guerrero llegaría a la zona para dialogar con los miembros de la Policía Federal.
La PGR únicamente dedica 30 segundos de un vídeo de media hora a lo que pasó con los Avispones, pudiendo parecer, entonces, una “omisión más de la PGR” cuando en realidad hemos sido todos, como sociedad, los que hemos olvidado a estas víctimas directas de lo que es un Estado corrupto e infiltrado. Parece que pesa más la exigencia mediática de la Justicia, que la propia Justicia incluso entre los ciudadanos.
Julio César Mondragón.
En el artículo pasado supimos que este normalista fue ultimado de manera distinta, violenta y cruel. Es menester entender que es lo que ocurrió con él y su relación con el caso en general.
Julio César Mondragón, “El Chilango” fue uno de los normalistas venidos desde Ayotzinapa, que estuvo en el enfrentamiento con la caravana de 3 Autobuses.
Al terminar este enfrentamiento, varios normalistas relatan que el Chilango estaba verdaderamente conmocionado y que incluso había grabado varios vídeos de lo sucedido con un celular.
Cuando el segundo ataque se inicia, durante la conferencia de prensa, el Chilango logra escapar en conjunto a otros normalistas quienes vieron patrullar una camioneta blanca con 2 encapuchados de la Policía Municipal. Los 4, 2 normalistas y 2 maestros de la normal, encontrarían refugio en una casa que les abrió las puertas más César decidió seguir corriendo.
Testimonios relatan que de manera inmediatamente posterior y en medio de la persecución, un fuerte grito proveniente daría a entender su captura.
Del Chilango no se supo nada hasta el día siguiente, cuando el Ejército recibió la notificación por parte del C-4 de que había un cuerpo en cercanía a las instalaciones de Pemex.
El aviso sería corroborado y la SEMEFO levantaría el cuerpo alrededor de las 9:55 de la mañana del 27 de septiembre
El informe del GIEI detalla:
Julio César Mondragón, “El Chilango” fue uno de los normalistas venidos desde Ayotzinapa, que estuvo en el enfrentamiento con la caravana de 3 Autobuses.
Al terminar este enfrentamiento, varios normalistas relatan que el Chilango estaba verdaderamente conmocionado y que incluso había grabado varios vídeos de lo sucedido con un celular.
Cuando el segundo ataque se inicia, durante la conferencia de prensa, el Chilango logra escapar en conjunto a otros normalistas quienes vieron patrullar una camioneta blanca con 2 encapuchados de la Policía Municipal. Los 4, 2 normalistas y 2 maestros de la normal, encontrarían refugio en una casa que les abrió las puertas más César decidió seguir corriendo.
Testimonios relatan que de manera inmediatamente posterior y en medio de la persecución, un fuerte grito proveniente daría a entender su captura.
Del Chilango no se supo nada hasta el día siguiente, cuando el Ejército recibió la notificación por parte del C-4 de que había un cuerpo en cercanía a las instalaciones de Pemex.
El aviso sería corroborado y la SEMEFO levantaría el cuerpo alrededor de las 9:55 de la mañana del 27 de septiembre
El informe del GIEI detalla:
“La autopsia del cuerpo de Julio César Mondragón reveló visibles muestras de tortura, arrancamiento de piel y músculos faciales, múltiples fracturas craneales así como lesiones internas con hemorragias en diferentes vísceras como consecuencia de torturas.
En un peritaje sobre las autopsias de los normalistas asesinados, llevado a cabo por el profesor de medicina legal de la Universidad del País Vasco, Francisco Etxeberría, se señala que Julio César Mondragón Fontes sufrió lesiones previas en un cuadro de policontusión en diversas partes del cuerpo con fracturas costales en ambos hemitórax y hematoma retroperitoneal como consecuencia de golpes en abdomen o espalda. Y posteriormente, en un segundo momento, las fracturas craneales se dieron todavía en vida aunque no está claro su mecanismo de producción. Y, según la autopsia, su cuerpo apareció con lesiones que serían postmortem en la cara, que no puede definirse si son por maniobras intencionales o por fauna, y que su mecanismo de producción, junto con las fracturas craneales, podría todavía ser investigado con una segunda autopsia.”
Entonces se concluye que la causa de muerte fueron las fractura craneales y que las heridas postmortem del rostro no se pueden acreditar al 100% a quien lo ejecutó, pudiendo ser también causadas por fauna.
El GIEI, con la autorización de los familiares, pretende realizar la segunda autopsia en presencia de peritos y expertos internacionales.
Espero que las investigaciones puedan arrojar más luz a lo sucedido con Julio César. La manera en la que encontró su final parece ser propia del Crimen Organizado infiltrado o más bien dueño, de la Policía en Iguala, aunque, en aras de buscar justicia, es necesario agotar cualquier posibilidad al respecto.
Ahora solo falta entrar en los temas más álgidos: La participación del ejército y el fuego de Cocula...
El GIEI, con la autorización de los familiares, pretende realizar la segunda autopsia en presencia de peritos y expertos internacionales.
Espero que las investigaciones puedan arrojar más luz a lo sucedido con Julio César. La manera en la que encontró su final parece ser propia del Crimen Organizado infiltrado o más bien dueño, de la Policía en Iguala, aunque, en aras de buscar justicia, es necesario agotar cualquier posibilidad al respecto.
Ahora solo falta entrar en los temas más álgidos: La participación del ejército y el fuego de Cocula...